lunes, 14 de diciembre de 2009

sábado, 5 de diciembre de 2009

EL PUERTO

Una noche estrellada analizando la vida tuve la certeza de que todos los barcos se encontraban más seguros en el puerto, pero habían sido construidos para navegar en alta mar; aunque corriesen el riesgo de hundirse hasta lo más profundo del océano.
Entonces soltamos las anclas que protegían nuestra barca a costa de amarrar la libertad de la cual éramos poseedores, y fuimos en busca de perlas preciosas que sólo se encuentran mar adentro.
Y luego de empezar a navegar un suspiro emitió nuestra boca, habíamos perdido el temor a crecer, nos habíamos librado de ese miedo que sofoca en el instante en que las olas comenzaron a mecer...