lunes, 29 de septiembre de 2008

SI LA VIDA TE DA LIMONES...

En junio de 1999 se publica en la editorial inglesa Sort of Books con el título Driving over lemons. An optimist in Andalucía (literalmente algo así como «Manejándose entre limones. Un optimista en Andalucía »).

El libro tiene una acogida excepcional. Logra mantenerse varios meses en el número uno de la lista de bestsellers en Reino Unido. De pronto empieza a recibir premios: del libro de la Buena Vida, el prestigioso Newcomer of the year (un premio a la mejor obra de autor novel o sorpresa, dado tanto al libro como a la editorial). De las 2 ediciones de 1999 se pasa a 15 en 2000, 3 en 2001, 4 en 2002, y 2 ediciones en los años siguientes, hasta este año donde cumple sus 32 ediciones. Se compran los derechos para EE.UU donde en poco tiempo vende más de 50.000 copias. Ha sido traducido en Italia, Francia, Alemania, Holanda, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Taiwan, Japón y Israel, y más reciente en Abu Dhabi, Estonia y Polonia. Ha vendido más de 450.000 copias en Reino Unido y la edición en inglés por más de 750.000 ejemplares vendidos hasta julio de 2005. Las ventas mundiales superan el millón de copias.

Chris Stewart planteó su vida en un cortijo de España haciendo trabajos de relevancia y rentabilidad dudosas. Después de salir de Génesis (fue el batería de su primer álbum), se unió a un circo, aprendió a esquilar ovejas, se enroló en un yate en Grecia, fue a China para hacer una guía de viaje en ruta, consiguió una licencia de piloto de aviación en Los Ángeles, y completó un curso en cocina francesa.

Desde que escribió Entre limones, Chris, Ana —su mujer— y su hija Chlöe continúan viviendo en un cortijo en las Alpujarras, con sus numerosos perros, gatos, pollos, una oveja, un loro misántropo y, para arrepentimiento de Ana, una recién estrenada guitarra.

«El Valero» como así se llama su finca es un auténtico parche de montaña lleno de aceitunas, almendros y limones, asentado en el lado equivocado de un río, con ninguna vía de acceso, ni abastecimiento de agua ni electricidad. ¿Podría ofrecer la vida algo mejor?


¡APRENDE A HACER LIMONADA!

martes, 16 de septiembre de 2008

A MI ÚNICA SOBRINA, QUE ESTÁ EN EL CIELO DE BAD VILBEL.

No intento pensar cómo te sientes, no puedo, me sabe imposible pensar que el dolor pueda traspasar ciertas membranas, se me hace imposible que quieras que el dolor nos contagie, para así encontrar alivio.
Por eso, ni intento ni quiero, ponerme en tu lugar, ni pensar, ni saber, qu
é debes sentir, ni imaginar cuánto dolor se pierde entre tus suaves mejillas difuminado entre amargas lágrimas.
Tienes que sentir para ti, sentir tu dolor, y no ahogar tu pena, y compartirlo, sólo si quieres. Que nadie te venga con exigencias de confidencias, que nadie te hable con falsas palabras huecas, que tu pena, irá durante mucho tiempo contigo, y no quiero que tengas que esconderla.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

El confuso sueño de los Cerezos.


Para Sonnenblume
Soy bruto o brutal, como la imagen de un cerezo congelado, pido disculpas por ello, por que fui injusto K, cruel incluso. Lanze las palabras como cuchillos, quise hacer daño. Y no es tiempo, bastante duro es ya el invierno como para no tener la delicadeza de encender un fuego, invitar al amigo, hacer un te, pasar el brazo por su hombro y acompañarlo en silencio............................................

Me he hecho como el que no entiendo lo duro que debe ser que a uno le falte un árbol de su huerto, de ese que nos da la paz de mirar un paisaje hermoso que sentimos nuestro... como si un dia al mirar faltara el taunus, como si una mañana, en el baño, no estuviera nuestra imagen en el espejo.
No son muchas las cosas que nos dan seguridad y duración en quienes somos. Cuando alguien te ama, has visto tu rostro de un modo que ningun otro espejo podra darte. Puedes saber que hay que renunciar al espejo. Puede que hasta el espejo te ayude, te recuerde que debe apagar su luz, que tengas fe en la vision del amor que en cada momento te entregaba. Para quien debe partir y ama solo hay dos cosas que lo inquieten; que el cierr su corazón con la ausencia y se marchite en la tristeza y que entienda el amor como no dejar renacer en su lugar otro nuevo árbol.
Yo tardé en entenderlo, aún me cuesta, mirar por mis pequeñas ventanas azules y no querer ver el paisaje de ayer.
Es curioso, una parte de mi se quedó sentada para siempre despidiendose bajo la luz de las estrellas en el puente de Toledo.
Otra sigue haciendo angeles en la nieve y dando largos paseos con A. y Z.
Otra acaba de encender un fuego, ha puesto te, y dos tazas, una silla vacía al otro lado de la mesa, he cerrado los ojos y te he dado un abrazo fuerte, de mucho cariño y en silencio.


Para Sonnenblume...

martes, 9 de septiembre de 2008