El futuro se pronuncia siempre con todos los matices del desencanto. Akel ke nunca tiene ke venir, pero ke siempre llega. Lo habíamos inventado, en nuestra imaginación, pero vuelve a sorprendernos. No es komo lo soñamos. Las piezas no koinciden. Debe de ser ke el futuro imaginado nunka tiene nada ke ver kon el futuro hecho presente.
Durante meses, vivieron existencias paralelas y kuriosamente y sin saberlo, opuestas...Cada uno intentando adaptarse al nuevo espacio, haciéndose un hueko en akel rinkón. Ella abría los armarios y observaba satisfecha, la distribución milimétrika de la ropa. Él no podía dar un paso sin tropezar kon un bulto inoportuno. Intentaban rekonstruir la vida, komo kien llega a puerto después de un naufragio.
El tiempo transkurre muy lentamente kuando intentamos un kambio y no hay simultáneamente un kambio de intenciones. El ritmo del mundo se para. Akostumbrarse a nuevos hábitos, aprender a krear los nuestros propios y hasta los komunes...eso no es sencillo, y exige un esmero especial ke absorbe toda nuestra atención. También es una forma de kanalizar los esfuerzos, de dirigir los pensamientos y alejar los fantasmas que todavía pululan, sumergiéndolos en el reino de la insensatez.
¿ Kién ha dicho ke tener miedo es de kobardes?
Todo el mundo debería saber ke "robar" sólo es malo, si te pillan...
Ella tuvo ke aprender kosas sencillas, komo el rekorrido de la únika línea de autobuses ke ahora utilizaba. Aspectos aparentemente nada importantes de la kotidianeidad: "¿ dónde están los enchufes en esta kasa? o ¿qué pinta una kolumna justo en medio del komedor?". Adaptarse suponía actuar de forma diferente. Antes todo tenía un cierto aire de provisionalidad. Ahora, un mundo real, aún por deskubrir y por konstruir, sustituía la falta de konkreción que había sido siempre su refugio. Mientras pensamos ke una situación es transitoria, por desastrosa ke sea, no se necesitan esfuerzos. Es suficiente dejarse llevar por el presente.
Entonces ké diferencia el futuro del presente....?
