lunes, 7 de abril de 2008

Y VOS, ¿SABÉS VOLAR?

No me vas a enamorar con flores ni champagne francés. Ni cantando en mi balcón las letras de Sabina. A mí no me sirven las velas ni los dulces suspiros de amor. El azúcar engorda mi vida.

No sé por qué la gente se ríe si les digo que soy romántica.
Yo sé que si amo lo hago, con la vista, con los ojos, con las manos, con el tacto, con la nariz, con el olfato, con mis pulmones, respirando, con hambre, con el páncreas, con mis intestinos, con el estómago, desde el calor, hasta con la boca pero sin mediar palabra.

No necesito promesas de amor eterno; no hacen más que hacerme protagonista de un sórdido cuento. No podría enamorarme del rosa chillón de las paredes de este romance.

Así que guárdate la poesía para la noche de bodas con tu amada.
Si yo te amo es por puro deseo, porque no puedo evitarlo, porque soy puro instinto, puro fuego, y me quemas y no quiero, y me buscas y más te deseo.

Yo, que soy esquiva de la dependencia emocional y de las relaciones tempranas, ahora sólo quiero vestirme para que me arranques la ropa; con prisas, sin permiso, con urgencia, con esmero, con impaciencia, con dureza, con esfuerzo, sin palabras. Desnúdame hasta las entrañas, y deja la poesía para cuando la pasión se agote.




3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Donde esta el Jardinero?

Anónimo dijo...

T.K.

Anónimo dijo...

¿Dónde está esta hembra?
Necesito exactamente tu fuego.
¿Me lo das? ¿Me lo prestas?

Jamás he leido nada mas sincero, y mas intenso.

¿Dónde estás?
¿Puedo ser yo tu jardinero?
Dame solo un minuto, que digo un minuto, dame un sólo segundo, y verás como me esmero...